«Filetes» de seitán con salsa Curtaké

Cuando cocino, no trato de crear sustitutos de la carne. La idea es pensar de forma creativa y descubrir otras maneras deliciosas de deleitar el paladar. En el caso concreto del seitá, cuando lo utilizo en mis recetas, no lo hago con nostalgia por la carne, sino porque me encantan su consistencia y su sabor. Además, es un alimento alto en proteínas y bajo en carbohidratos. Pero tened cuidado porque el seitán está hecho de gluten, por lo que, si queréis, podéis reemplazarlo por tempeh (de soja o de garbanzos) que también es excelente.

Este plato puede ser una buena forma de introducir a vuestros invitados en el mundo de la cocina vegana, y una excelente opción para vosotros para preparar un menú para una ocasión especial.

Para dos personas:

  • 2 filetes de seitán (150 gr por persona)
  • Una cebolla grande
  • 6 shiitakes frescos (podéis sustituirlos por champiñones, que son más aromáticos)
  • Una porción de cúrcuma fresca
  • Una cucharada de jengibre en polvo
  • Una cucharada de cilantro en polvo
  • 50 ml de leche de coco
  • 2 vasos de vino blanco seco
  • 3 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cucharada de aceite de trufa (opcional)
  • Sal y pimienta

La preparación de este plato requiere unos 40 minutos.

Saltead el seitán en un wok con un poco de aceite de oliva y una pizca de sal a fuego medio, dándole la vuelta de forma regular. Mientras tanto, cortad la cebolla y los champiñones/shiitakes.

Pelad la cúrcuma fresca y cortadla en rodajas finas, excepto las últimas 4 que deben ser un poco más gruesas porque las usaremos para decorar el plato.

cúrcuma fresca

Yo cada vez uso más cúrcuma fresca porque les da a mis platos un aroma más sutil que la cúrcuma en polvo. Además, de esta forma conserva mejor sus propiedades antioxidantes. Lo mejor es comprar cúrcuma bio en comercios especializados. Pero tened cuidado al manipularla, porque tiñe mucho la piel.

El seitán se empapa de los distintos sabores durante la cocción

Poned la cebolla, la cúrcuma y los champiñones en el wok, añadidle el vino blanco, el cilantro y el jengibre en polvo. Agregad una pizca de sal (si queda soso, siempre estaremos a tiempo de añadir sal en el momento de comerlo). Dejad que se cueza a fuego lento durante 10 minutos e id removiendo el seitán de forma regular.

Retirad y reservad a parte los filetes de seitán. Seguid cociendo lo que queda en el wok a fuego lento durante 15 minutos, teniendo cuidado de que no se seque demasiado (no dudéis en agregar algunas cucharadas de agua si observáis que comienza a secarse demasiado).

Verted la mezcla de ingredientes en una batidora/picadora, agregad la leche de coco y mezclad durante al menos 2-3 minutos hasta que quede todo bien triturado. Añadid el aceite de trufa y la pimienta.

Es importante añadir la leche de coco y el aceite de trufa en este momento y no cuando tenemos los ingredientes al fuego, porque perderían gran parte de su aroma y sabor.

Colocad cada filete de seitán en un plato, añadidle la salsa y decorad con las rodajas de cúrcuma que habíais reservado. También podéis ponerle unas rodajas finas de ajo negro o de trufa.

Podéis servir este plato con arroz o con cualquier otro cereal. Yo prefiero servirlo con una ensalada verde y un poco de pan del bueno, y acompañarlo con un vino tinto con cuerpo.